LIMA
Lima,
la capital del Perú que no duerme. La ciudad de aquellas luces nocturnas que
iluminan las más bellas arquitecturas de nuestros antepasados; esas calles
históricas en la que deambulan los espíritus de quienes nos conquistaron, cada
noche y donde descansan nuestros más grandes héroes que consolidaron nuestra independencia.
Lima,
lugar de contrastes. Calles que cuentan historias y otras se quedan en
silencio. Algunas albergan a turistas asombrados por tanta belleza y otros
rincones piden ser pisados; implorando conocer personas con sonrisas de oreja
a oreja y ver como retornan felices después de habernos visitado.
¡Qué
bonita es Lima! una expresión que habla bien de nosotros y nos impulsa a seguir
ofreciendo más de lo que tenemos.
Es
un lujo caminar y ver como los pasajes están repletos por las tardes. La gente
que admira nuestra cultura, ver rostros asombrados por nuestros monumentos y
sonrisas después de probar nuestra comida.
Como
no complacer el paladar con un delicioso Ceviche al mediodía y cuando cae la
noche degustar de un palillo de anticucho y un plato infaltable de mazamorra
ante de ir a descansar. Disfrutar de la comodidad de grandes hoteles, vivir la
aventura de querer explorar mucho más nuestra Lima y antes de terminar su gran
recorrido por nuestra capital, celebrar que estuvieron aquí con un buen Pisco
típico de nuestro país.
Lima,
mi Lima y la de quienes vengan a asombrarse con nuestro arte, divertirse con
nuestra música y sentir el calor de nuestra gente capitalina; aunque tengamos que sufrir el estrés del día
a día, son bienvenidos con una gran sonrisa. Lima, la que no descansa de enero
a diciembre y que está siempre despierta. La de aquellos que viven cada día por
verla más hermosa. De los luchadores, que con esmero salen a esforzarse y no
dejan de soñar con que todo el Perú podrá salir adelante.
Escrito por: Gerzon Montoya

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