La
televisión en el Perú, se ha convertido en un medio que ha adoptado caracteres no éticos
en la actualidad. Claro ejemplo es como esta industria fomenta
comportamientos e ideas erróneas a la persona y como esta última
tiene a adoptar este conocimiento para llevarlo a la sociedad.
Desde
1939, cuando se efectuaba las primeras pruebas en nuestro país, se llegó a
transmitir una película y un programa artístico; hoy en día ese “arte” se
convirtió en comercio y riquezas para muchos.
El
dominio de poderes en los medios, la presencia de corrupción y entidades
que solo buscan sus beneficios en los llamados “canales grandes” son claro
ejemplo de como en algunos de sus programas buscan distraer al espectador
de la verdad mediante noticias filtradas que ofrecen estos medios.
De
las más de 200 emisoras televisivas que tenemos en el país, no todas
pueden tener esa libertad como la tienen estas grandes cadenas visuales,
para poder expresar a la sociedad temas que quizás puedan cambiar el país
y que estos canales gigantes ocupan y buscan no difundirlas porque
dejarían de ser auspiciadas y saldrían del aire.
Muchos
buscan no participar de este juego, buscan más allá de querer enseñar,
fomentar cultura y siempre decir la verdad, pero solo son empleados de
estas empresas y se limitan a hacerlo. Quizás los peruanos no nos damos
cuenta y solo buscamos algo que nos haga reír o llorar hundiéndonos en
novelas, romances rotos, chismes y más torpezas visuales que nos limiten a
decir ¿No hay nada más que ver?
No
vemos obras, teatros, historias que nos haga sentirnos orgullosos de ser
peruanos, formatos televisivos peruanos, todo viene de afuera y de eso
vivimos, consumimos programas que en su mayoría solo ofrecen distracción y
no educación, entonces ¿Qué le espera en el futuro al espectador peruano?.
Escrito por: Gerzon Montoya

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