Escrito por: Fabricio Ortega
Esta mañana desperté a las 8
am, como siempre, prendí el televisor
(como siempre), esas noticias diarias que son eternas: “padre abusa
sexualmente de su menor hija”, “pedófilo seminarista es capturado por la
policía”, “nuevos casos de corrupción en gente no tan nueva”, “huelgas”, “destrucción”,
“muerte”; no somos ajenos a lo que pasa en el país.
Se habla mucho del Perú
multicultural, multiétnico, multicolor, hablamos de la variedad de gastronomía,
fauna, flora; pero hacemos caso omiso a la diversidad de problemas que vivimos,
que viven la mayoría de peruanos a causa de la corrupción, a causa de unos
cuantos que cual Pilato se lavan las manos y huyen, a causa de la inseguridad,
la falta de empleo, de educación.
Caminar por las calles de Lima no es tan fácil como antes, no es coincidencia
que ahora al despedirte digas esta frase: ¡Ten cuidado!, pues, ahora no solo te
asaltan, sino que también te matan por un celular, por unos cuantos “SOLES”.
Resulta patético aceptar que las autoridades duermen en sus laureles y no hacen
nada por cambiar esta situación.
Vivo en un país que no anda
bien, soy de una ciudad que parece que pronto va morir, es imposible caminar
sin tener que huir; quien diría que el Perú iba a estar así, que la frase “SÍ
SE PUEDE” solo iba a ser usada para algún evento deportivo. Quién sabía que la
vida no tendría más valor, ya no sorprende ver tanta pobreza, para el gobierno
somos un cero a la izquierda, en palabras egoístamente bondadosas, le importamos
una mierda.
Mucha gente ahora ya no
defiende su tierra, pero si defienden programas pocos cultos como Esto es Guerra
que embrutecen a la mejor creación de Dios, el ser humano. ¡Basta ya de tanta
televisión basura!, ¡la educación esta pésima!, niños que no conocen historia,
gente que no conoce a Mario Vargas Llosa pero si saben toda la vida de Melissa
Loza, señoritas que no saben quién es Nelson Mandela por estar pendientes de
Nicola Porcella.
Hablo con tristeza desde un
país reprimido; ¿el sistema? – funciona correctamente, el honrado sin trabajo y
al poder los delincuentes, nuestro país es la definición de la utopía, es triste,
casi nadie mueve un dedo; como robots idiotizados y educados con el miedo. A
veces quisiera no haber nacido, vivir en Lima no tiene sentido y me quedo corto
si digo que es algo nauseabundo, que la ley te multe por luchar contra el
corrupto en este mundo.
Te lo digo con cariño, como
un cura en su sermón para violar a un pobre niño, no creo en Dios, ni en la
verdad absoluta, pero sueño en un infierno para tanto hijo de puta.
El presidente se hace rico
con la plata de la gente, con su oratoria tan perfeccionada; habla y habla y
nunca hace nada, se presentan como mesías, salvador de todos los males.
Cabe preguntarse hasta cuando una madre campesina seguirá pariendo como una
bestia; madres abandonadas, niños abandonados, ancianos acostados en los
parques, familias enteras buscando comida entre los montículos de basura, estas
personas algún día tendrán que despertar de su inmenso letargo y tendrán que
sacarse la venda de los ojos. Cuando esto suceda se hará justicia con sus
propias manos, elegirán su propio gobierno; este indefenso país no se merece
tal calamidad.
La corrupción que acepta la
sumisión criminal con la maldita “COIMA” que enraizado va rompiendo la
estructura de la columna vertebral de nuestra propia democracia, sacando
ventaja y provecho de que el Perú es un país difícil de unirse y progresar. El
desarrollo de un país no solamente consiste en un plan de gobierno aprovechando
un sistema decadente, el desarrollo de un país está en cada uno de nosotros,
está en el momento de aplicar la ley, la paz y la libertad, la justicia social,
de no ser así seguiremos siendo como la hoja seca que expulsa el árbol y el
viento arrebata. No esperemos que el muerto resucite y baje de los cielos,
porque el peruano está sumiso en el silencio sepulcral porque la vergüenza
crece y seguirá creciendo al igual que la sombra cuando el sol se declina.
El Perú es un país rico, donde
desgraciadamente viven pueblos pobres, porque el sistema democrático peruano es
un conglomerado humano malogrado, podrido y destruido. ¿Qué significa la
independencia? La libertad para un campesino o un obrero es absolutamente nada,
amarrado bajo la sombra de una maquina económica que lo explota y no da
mejoramiento, ni satisfacción de una vía diferente. Sabemos muy bien que la
liberación de nuestra pobreza no vendrá a través de la transferencia de poder,
ni a través de las melodías parlamentarias, porque los pueblos del Perú ya no
extienden, ni extenderán las manos hacia ellos, porque nos cansamos de
promesas, lo que queremos es un resultado que se enmarque a nuestro propia
condición de mejorar; capitalismo, socialismo, democracia, da igual, lo que no
queremos es vivir con hambre, queremos tener un techo decente y dar a nuestras
familias una buena calidad de vida.
Si eres asesino o ladrón,
bienvenido a mi ciudad. Roba, mata y al otro día estarás en libertad; si matan
a tu familia se les olvida mañana, pero si el presidente hace uno de sus bailes
sale en primera plana. Gente muriendo en un hospital, uno que desangra, ya casi
no respira, otro que le salió una espinilla y lo atienden primero, no es una
emergencia, pero el segundo tiene más dinero. Bienvenidos al país de la muerte,
podría decir: ¡que linda es Lima! y caerte bien, pero lo siento, prefiero decir
la realidad que estoy viendo. En vez de la farándula que prestan atención,
pondrían causas que requieren ayuda urgente, ellos si necesitan masificación,
pero no hay espacio para ellos en la televisión, porque no sube el rating, no
vende, porque están llenos de campañas presidenciales, las mismas que prometen
un mundo ideal. Perdonan a Alan por robar millones de soles y tú por robar la
mitad morirías preso. Así es el Perú, el que no ve el mundo, donde el fútbol es
lo único que se apoya, aduciendo que hay cultura llena de riqueza, pero esa
cultura lo encuentras en la basura.
La pregunta que millones se
hicieron, ¿En qué momento se jodió el Perú?, el Perú se jodió cuando el peor
enemigo de un peruano fue otro peruano, cuando aceptamos que robe pero que haga
obras, cuando dejamos de apoyar a nuestra gente, cuando creímos que los logros
de otros eran la desgracia de uno, cuando dejamos de creer en nosotros mismos y
dejamos de hacer del Perú un país mejor. El Perú se jodió cuando creímos que la
libertad es un sistema político donde unos pocos explotan a otros, cuando usamos
la libertad como pretexto para hacer lo que se nos pega en gana.
Busquemos el bien para nosotros,
busquemos paz, tranquilidad, y sobre todo unión. Debemos enfrentarnos a
nosotros mismos y a nuestra capacidad de amar. Atrevámonos a dar amor
plenamente y trascender a nuestro tiempo. ¿Seriamos capaces de comprometernos
para hacer de este mundo, un mundo mejor?; con actitud positiva, con una visión
y un sueño por realizar, pero sobre todo verticales con nuestros valores. El
país necesita nuestras manos, necesitamos cambiar.